Estados Unidos impuso tarifas de hasta el 50% sobre los bienes provenientes de varios países, en respuesta a medidas similares adoptadas en su contra. Sin embargo, México y Canadá —los socios del tratado comercial T-MEC (antes TLCAN)— quedaron fuera de esta ola de aranceles gracias a que sus exportaciones cumplen con las reglas de origen establecidas en el acuerdo. Esta distinción no es menor: mientras que países como China, Vietnam, India y otros ahora enfrentan tarifas de entre 24% y 49%, México mantiene el acceso libre de impuestos al mercado estadounidense en la mayoría de sus exportaciones.
Porque justo esos países afectados —conocidos como los Asian Competitive Countries (ACC)— venían ganando terreno frente a México en sectores clave como maquinaria eléctrica, muebles, productos de piedra y cemento, y bienes duraderos. En 2024, por ejemplo, Vietnam, Taiwán, Tailandia e India se convirtieron en adversarios serios para México en el juego del nearshoring. Pero ahora, con sus productos más caros por los nuevos aranceles, México tiene una oportunidad de oro para recuperar participación en el mercado estadounidense.
—Participación de mercado en categorías clave hasta febrero de 2025 (12M; %)
Aunque los aranceles benefician en general la competitividad de México, hay tres industrias donde el país podría brillar aún más:
Muy bien posicionado, en realidad. Cerca del 90% de las exportaciones mexicanas cumplen con las reglas de origen del T-MEC, por lo que seguirán entrando a EE.UU. sin aranceles. Solo un pequeño porcentaje —el 10% restante— estaría sujeto al impuesto del 25% aplicado a bienes que no califican bajo ese acuerdo.
Además, mientras países como Corea del Sur, Israel o Singapur —que también tienen acuerdos con EE.UU.— ahora enfrentan tarifas, México permanece inmune. La conclusión: nadie tiene un acceso tan privilegiado al mercado estadounidense como los socios del T-MEC.
No del todo. Hay sectores que sí podrían verse afectados, como el automotriz, el del acero y el del aluminio. Esto se debe a decretos globales previos y a que no todo el comercio en estos sectores está cubierto por el T-MEC. Aun así, estos impactos son relativamente contenidos si se comparan con el beneficio potencial en otros sectores.
Otro tema que está sobre la mesa es la revisión del USMCA, programada para julio de 2026. Aunque el tratado sigue siendo la base de la integración económica en Norteamérica, hay temas que podrían tensar las negociaciones.
Entre ellos:
Ambas ideas podrían complicar las cosas, pero el consenso general es que el USMCA llegó para quedarse. Los beneficios son demasiado grandes como para ponerlo en riesgo.
Sí. El nuevo panorama comercial le da a México una ventaja que pocas veces se ve: mientras sus principales competidores enfrentan costos más altos para exportar a EE.UU., México mantiene su acceso preferencial.
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