Los fondos son operados por administradores de dinero profesionales, quienes asignan los activos del fondo e intentan producir ganancias de capital o ingresos para los inversionistas del fondo. La cartera de un fondo mutuo está estructurada y mantenida para que coincida con los objetivos de inversión establecidos en su prospecto.
Algunas personas también los conocen como instituciones de inversión colectiva.
El hecho de que se invierta con el dinero de varias personas permite que cada uno de los participantes pueda invertir desde cantidades pequeñas. El administrador buscará el rendimiento objetivo comprando y vendiendo títulos durante el periodo de inversión.
Es necesario distinguir los fondos de inversión de los ETFs o Exchange Traded Fund, un fondo de inversión que está listado en una bolsa o mercado.
Los ETFs se pueden comprar o vender como si fueran una acción, mientras un fondo de inversión común se compra fuera del mercado, directamente a un banco o casa de bolsa.
Se trata de un proceso que busca ser simple y efectivo para cada una de las personas que participan. Esto, junto al hecho de que no se necesitan grandes cantidades para ser parte, hace de los fondos de inversión uno de los instrumentos más populares.
‘El inversionista que aporta su dinero adquiere acciones representativas del patrimonio del fondo de inversión y, en consecuencia, una parte proporcional de la cartera o portafolio de valores’, destaca en su portal la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
En la historia, se atribuye a holandés Adriaan Van Ketwich el origen de esta herramienta al crear el llamado Foreign Colonial Government Trust pues conminó lo mismo a personas de grandes recursos que a pequeños comerciantes a reunir su dinero para invertirlo en deuda soberana de países europeos.
Para 1882, es el Rey Guillermo I de Holanda quien funda la Sociedad General de los Países Bajos, con la intención de promover actividades industriales.
A finales del siglo XIX, los fondos de inversión tuvieron su auge en Inglaterra y Escocia, pero eran más bien vistos como una especie de fideicomisos
Otro gran antecedente, y más reciente, está en la caída de la bolsa en Estados Unidos en 1929, tras lo cual, el Congreso del país aprobó la Ley de Valores, para brindar una regulación del mecanismo.
En general, los fondos de inversión se componen de una canasta con activos financieros como acciones con renta variable y bonos de renta fija.
Los portafolios que los componen invierten en bonos emitidos por gobiernos federales, estatales o municipales; también en empresas o instituciones bancarias, dependiendo de las condiciones del mercado.
A estos fondos se les califica por la capacidad de pago y la capacidad crediticia de sus activos.
Entre ellos se encuentran los Certificados de la Tesorería de la Federación o CETES, los bonos gubernamentales, los pagarés bancarios y los bonos corporativos.
Sus inversiones están en activos con mayor exposición al riesgo; por ejemplo, firmas que cotizan en bolsas de valores, ya sean nacionales o extranjeras. Los fondos de renta variable ayudan a quienes buscan el crecimiento de sus recursos en horizontes amplios de tiempo.
También existen fondos de inversión de liquidez diaria, que suelen invertir en mayor proporción en instrumentos de deuda gubernamental y que brindan disponibilidad inmediata de los recursos.
Por otro lado están también los fondos que invierten exclusivamente en instrumentos de deuda a distintos plazos, emitidos por gobiernos, corporativos y paraestatales, que brindan la posibilidad de participar en la generación de ingresos que se deriva de los pagos de interés entre los diversos instrumentos que conforman el fondo, así como su reinversión y apreciación del capital en el tiempo, al cotizarlos por arriba de cómo fueron adquiridos.
Para quienes buscan que un solo fondo tenga estrategias que ofrezcan las ventajas de varios tipos de fondos, existen los fondos de fondos, que, mediante estrategias preestablecidas por expertos, combinan varios tipos de fondos.
En tanto, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores contempla el Fondo de Inversión de Capitales (FINCA’s), que invierte temporalmente los recursos en el financiamiento de la operación o de algún proyecto específico de una empresa privada.
Ejemplo:
En el caso de un fondo que invierte en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), quien lo administra hace prácticamente a diario compra o venta de acciones que cotizan en la misma, en la búsqueda de lograr los mejores rendimientos.
La fortaleza de los fondos se encuentra precisamente en la diversificación.
En tanto, dependiendo del horizonte de tiempo en el cual se hará la inversión, los fondos pueden clasificarse en:
De apenas unos meses de inversión, son de bajo riesgo. Generalmente ayudan a salir de imprevistos, pues ofrecen la posibilidad de acceso diario al capital.
Con un año en promedio, se caracterizan porque brindan rendimiento y confiabilidad. Quienes recurren a estos buscan satisfacer necesidades más costosas, como un viaje o la compra de un automóvil.
La educación de los hijos, el retiro o la compra de una casa son los mayores objetivos de este tipo de fondos de inversión. Contemplan un periodo de varios años, por lo que suele ser más rentable, siempre de acuerdo a los activos que lo compongan y el riesgo que se asuma.
El precio de un fondo es el resultado de la cotización individual de cada valor que lo compone.
Por su naturaleza, los fondos de inversión te permiten diversificar. Además, siempre operan con el acompañamiento de un experto, como GBM, que analiza las oportunidades y encuentra las mejores opciones.
En casi todos los países, este tipo de inversión brinda ventajas fiscales para los contribuyentes. El efecto fiscal derivado de ganancias o pérdidas se reconocerá hasta que se venda la participación en el fondo.
Un inversionista puede comprar o vender este tipo de productos a través de una llamada telefónica o de una plataforma.
Los fondos de inversión están regulados, tanto por las autoridades como por el contrato en el que se obligan a cumplir con las condiciones establecidas previamente.
Es necesario analizar el perfil de inversión para determinar cuál es el tipo de fondo más conveniente y en qué proporción.
En cuanto a la composición, hay que dar una mirada a qué activos componen el fondo, qué tan diversificado está y qué tan activa es la gestión.
Veamos el historial del fondo para tener un poco de luz no solo de las ganancias obtenidas, sino más bien del riesgo asociado.
El resultado de los fondos de inversión se compara con un ‘referente’, un índice al que busca superar eficientemente.
Determinemos la liquidez del fondo, pues algunos limitan su operatividad de forma semanal o mensual.
Finalmente, no debe perderse de vista que los fondos de inversión suelen cobrar una comisión por manejo, a la cual se denomina arancel.
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Fuente: GBM Media Imagenes Freepik.es