Lo que no sabías de un seguro de retiro

Aunque cueste aceptarlo, ser joven y tener un buen empleo son las mejores condiciones para prepararte ante el futuro.

Es cierto que esta etapa conlleva múltiples gastos inmediatos, pero dejar el ahorro para después es solo postergar la realidad inminente a la que tendrás que enfrentarte algún día.

Los gastos que implica la vejez son inevitables y de alguna u otra forma, tendrás que costearlos. La pregunta es si lo harás hasta el momento en que lleguen, o si lo harás desde ahora.

Los típicos pretextos para no ahorrar es que el dinero no alcanza ni para los gastos presentes, o que somos muy jóvenes para pensar en un futuro tan lejano.

Llegamos a creer incluso que hacerlo significaría mermar el disfrute pleno de nuestra juventud.

Pero si lo analizas bien, es justamente lo contrario.

Ahorrar no solo impide que tus ingresos se diluyan o se fuguen en gastos innecesarios, sino que implica darles un mejor uso, destinándolos a garantizar la estabilidad y comodidad que tanto aprecias en una etapa en la que será mucho más difícil conseguirlas.

Sobre todo, considerando que lo que reúnas a través del Afore no será suficiente para mantener tu estilo de vida actual.