Así es, toda aquella persona que no esta inscrita como trabajador en el Instituto Mexicano del Seguro Social, o bien, que forma parte del 56% de la economía informal. Es 100% responsable de la calidad de vida que quiera tener en su vejez, ya que, al no formar parte de ninguno de los programas de pensiones del gobierno, es el único responsable de tener un plan de ahorro para su retiro.
La vejez o etapa de retiro es algo que suele verse muy lejano, y es muy común escuchar a personas que dicen “ojalá Dios me preste vida para llegar a viejo” cómo si fuera poco probable que vayamos a llegar a viejos ¿Cierto? Pero la estadística es otra, es muy probable “que Dios nos preste vida para llegar a viejos” pero lo que no nos va prestar es dinero para poder mantenernos cuando nuestra capacidad de trabajar disminuya.
Las personas que por su tipo de trabajo no cotizan en el IMSS, o bien lo hacen con una fracción muy inferior a sus ingresos reales. Tienen la responsabilidad de contratar su propio Plan Personal de Ahorro para su Retiro. Y lo tienen que iniciar justo en el primer momento en que empiezan su etapa productiva, destinando al menos un 20% de tus ingresos.