¿Cómo definir tus metas financieras y personales?

Las metas financieras y personales son vitales para encontrar el verdadero propósito de la vida y lograr la felicidad

La vida está llena de ideas y planes que se convierten en el motor de nuestras acciones diarias. Las metas financieras y personales son vitales para encontrar el verdadero propósito de la vida y lograr la felicidad. Es esencial saber cómo definirlas y llevarlas a cabo. ¿Quieres descubrir cómo establecer tus metas? En este artículo te damos algunos ejemplos que te ayudarán a definir tus propias metas. ¡No te pierdas la guía sobre metas que tenemos preparada para ti a continuación!

¿Qué son las metas financieras y personales?

Las metas financieras son las que están relacionadas con la generación de dinero, las finanzas y el bienestar económico. Estas metas se deben planificar de forma progresiva (de lo más simple a lo más complejo) y su cumplimiento permite a las personas mantener una buena salud financiera sostenible en el tiempo, haciendo posible una mejora en la calidad de vida.

En la materialización de estas metas cobra mucha relevancia la disciplina y la organización estratégica que se realiza para alcanzar cada uno de los objetivos que se van proponiendo las personas. En tal sentido, hay pequeños pasos y acciones que se pueden dar en pro de conseguir estar más cerca de aquello que soñamos: evitar gastos innecesarios, tener un fondo de emergencia para gastos inesperados, iniciar un fondo de ahorro para concretar proyectos, entre otros. 

Por otra parte, las metas personales son todos aquellos objetivos y propósitos que las personas se plantean para avanzar, satisfaciendo diversas necesidades relativas a su vida. Entre esos objetivos se encuentran los estudios, el trabajo, la familia, viajes o cualquier proyecto de tipo personal que se desee materializar. Este tipo de metas son fuentes de motivación para las personas, ayudando a planificar y generar compromisos para alcanzarlas.

Características de las metas específicas

Los seres humanos tenemos múltiples deseos y por lo tanto un número infinito de metas específicas en relación a sus planes de vida. Tanto las metas personales como las financieras se pueden catalogar como objetivos SMART, ya que se distinguen por tener las siguientes características:  

  • ◾️ Specific (específicas).: buscan dirigir los esfuerzos a un objetivo en particular para la optimización de procesos y recursos.
  • ◾️ Mensurable (medibles): es posible medir su éxito y efectividad con indicadores que se encargan de reflejar el posible avance en la consecución de dicho objetivo.
  • ◾️ Achievable (alcanzables): deben ser metas que sean viables a partir de los esfuerzos realizados.
  • ◾️ Relevant (relevante): influyen de manera positiva y producen cambios significativos en la vida de las personas.
  • ◾️ Timely (temporales): según la complejidad del objetivo tienen diferentes estrategias de tiempo para su realización, variando entre el corto plazo y el largo plazo.

¿Cómo cambian las metas financieras y personales a través de mi vida?

Como sabes, la vida es un viaje lleno de altibajos, y las metas financieras no son una excepción. A medida que avanzamos, nuestras prioridades cambian, nuestras responsabilidades aumentan y nuestras expectativas se ajustan a nuestra realidad actual. Por lo tanto, es natural que las metas financieras cambien con el tiempo.

En la juventud, nuestras metas financieras pueden estar orientadas a construir un futuro sólido. Estas pueden incluir ahorrar para una educación universitaria, comprar una casa o un automóvil o establecer un fondo de emergencia para imprevistos. En esta etapa de la vida, la inversión puede ser una opción atractiva, ya que la rentabilidad a largo plazo puede ayudarnos a lograr metas financieras a largo plazo.

A medida que entramos en la edad adulta, nuestras metas financieras cambian. Podemos centrarnos en pagar deudas, como préstamos estudiantiles o hipotecas, y en construir nuestro patrimonio. En este momento, la inversión sigue siendo una opción atractiva, ya que puede ayudarnos a maximizar nuestros ahorros y aumentar nuestra riqueza a largo plazo.

Mientras nos acercamos a la jubilación, nuestros objetivos cambian de nuevo. Podemos centrarnos en ahorrar lo suficiente para tener un retiro cómodo, pagando nuestras deudas y preparándonos para vivir con un presupuesto fijo. Aún en este momento, la inversión sigue siendo una opción viable, ya que puede ayudarnos a generar ingresos pasivos y aumentar nuestra calidad de vida.

Como ves, las metas financieras cambian a lo largo de nuestra vida, sin embargo, la inversión es una constante que puede ser una opción atractiva para aquellos que buscan mejorar sus finanzas personales y lograr una mejor calidad de vida.

Al invertir con inteligencia, puedes maximizar tus ahorros y asegurarte de que estar preparado para enfrentar cualquier desafío financiero que la vida depare.

Si quieres aprender cómo invertir para cada etapa financiera, te recomendamos los siguientes contenidos que escribimos desde GBM para guiarte en el camino: ‘Ciclos de vida: ¿cómo invertir en cada uno?’, y ‘Metas financieras que deberías cumplir en los 30

Pasos para definir tus metas personales y financieras

La definición de las metas personales y financieras supone la realización de un proceso de planificación y evaluación para jerarquizar tanto las necesidades como los recursos disponibles. A continuación te presentamos 4 pasos necesarios para definir tus metas a nivel personal y económico: 

Determina cuál es tu punto de partida

¿Tienes ahorros, un salario mensual o una renta? ¿Comienzas de cero? ¿Cuáles son tus gastos mensuales? Estas son solo algunas de las preguntas que debes hacerte a la hora de empezar a definir tus metas. En tal sentido, entender el momento personal que vives también resulta fundamental para saber hacia dónde quieres dirigir tus esfuerzos. 

Planifica las metas para diferentes aspectos de tu vida

Esto te ayudará a poder avanzar de forma más organizada y eficiente en cada área. Ejemplos a nivel familiar pueden ser casarse, tener hijos, cubrir costos de educación y gastos del hogar, otorgar ayudas familiares, herencias, etc.

A nivel financiero, los ejemplos van desde comprar o remodelar la casa, pagar cuentas e hipotecas, crear un fondo de emergencia, invertir en acciones o hasta fundar y mantener un negocio.

Ya centrados un poco más a futuro, podemos hablar sobre el retiro, tema en donde la planificación económica tiene un peso fundamental. GBM brinda una gran oportunidad para la organización de tu retiro, a través de su herramienta Wealth Management, la cual te permite conocer una estrategia de inversión personalizada y ligada a los objetivos que se desprenden de la asesoría y cuestionario que se realiza en la aplicación. ¡Empieza a invertir pensando en tu futuro! 

Define los plazos de cada meta y su fecha objetivo

Se trata de tomar en cuenta un valor de suma importancia como es el tiempo para definir tus metas en el corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo entran las metas que pueden cumplirse de forma más rápida y que implican mayor compromiso. 

En el mediano plazo entran las metas que requieren un poco más de disciplina, trabajo y, tal vez, más conocimientos para ser llevadas a cabo. A nivel financiero puede ser la diversificación de inversiones o la materialización de un proyecto emprendedor, mientras que a nivel personal puede ser aprender un idioma o una habilidad determinada. Su tiempo suele ir desde los 2 años hasta los 5 años.

En cuanto al largo plazo, son metas que requieren un proceso de trabajo y procesamiento a profundidad por los múltiples factores existentes. Inversiones de gran tamaño y rendimiento, suscripciones a fondos de inversiones mundiales,  creación de empresas con gran capital o decidir tener hijos son algunos de los ejemplos en este campo. Su realización está pensada para un periodo de más de 5 años.

Establece un orden  de prioridades

Para ser más eficientes en el cumplimiento de las metas propuestas es necesario realizar una jerarquización basada en nuestras necesidades y deseos. El orden está guiado por las metas esenciales, las metas necesarias y las metas de satisfacción. 

Las metas esenciales son aquellas que son transversales al desarrollo de la vida, como estudiar, conseguir empleo, comprar una casa, etc. Las necesarias van ligadas a los aspectos afectivos y financieros; yendo más allá de las necesidades primarias, siendo ejemplos de esto casarse, tener hijos, invertir en una empresa o crear un emprendimiento. Por último; las de satisfacción están ligadas al reconocimiento, puede ser en el campo laboral o académico, la creación de empresas o negocios, o acumulación de grandes cantidades de dinero.

Educación financiera: aprender a enfocarte en metas reales

Las metas personales y financieras se retroalimentan y forman un conjunto que debe avanzar al mismo ritmo, por ello la educación financiera es primordial para impulsar ambos objetivos. Esta brinda a los individuos la capacidad de planificar sus metas o inversiones y tomar decisiones asertivas, razonables y responsables sobre sus finanzas personales para poder cumplirlas y mejorar su estilo de vida.

Conclusión

Cuando se invierte pensando en metas claras y específicas, se puede tener una estrategia de inversión mucho más efectiva. En lugar de simplemente intentar ganar dinero sin un propósito claro, se puede enfocar la inversión en objetivos específicos, como la compra de una casa, la educación de los hijos o la jubilación. Esto puede ayudar a definir el plazo y el tipo de inversión que se necesita para lograr cada objetivo. Sin duda, al seguir estas estrategias, cualquier persona puede estar en el camino hacia la realización de sus metas financieras y personales.

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